La tecnología ANTI-DESGASTE consiste en sistemas para proteger y reparar superficies contra el desgaste provocado por la erosión (fricción), abrasión y cavitación.
Estos sistemas son revestimientos elastómericos sin costuras con las características de una goma, de uso sencillo y de una resistencia equivalente a la del acero tipo dúplex (acero inoxidable con proporciones similares de ferrita y austenita).
Mayoritariamente, se aplican en superficies mediante sistemas de pulverización (mediante pistolas de cartuchos o airless). Previamente, es necesario realizar una preparación superficial mediante granallado, desengrasado o imprimación (rugosidad mayor a 100 micrones).
También, existe otra variante en el formato de masilla cerámica que se aplica con espátula. Si bien se obtienen superficies muy lisas, es posible un acabado superior mediante mecanizado.
Esta tecnología sirve para proteger y recuperar varios tipos de sustratos: aceros, fundiciones, hierro, latón, aluminio, bronce, hormigón, goma y diferentes plásticos.
Secundariamente, poseen propiedades anticorrosivas, antiestáticas, adherentes/antiadherentes, de aislación térmica y eléctrica e inhibición del ruido.